miércoles, 14 de septiembre de 2011

perdida en el metraje

Algo en esta casa me da tranquilidad. Puede que sea la sensación de vacaciones por no se mi casa, como la apertura de un paréntesis que me da cierta impunidad. O será el cansancio del que no puedo parar de quejarme sistemáticamente. Algo no está bien y no sé qué es. Por lo general no me enfermo pero ahora me duele el cuerpo todo el tiempo. Me eché un rato después de (no) comer. Cuando no están los grandes no me dan ganas de sentarme. Ni mucho menos. Milo se durmió después de comer con Luzma y Lupita. Bajé a buscar a los chicos y el tráfico resultó infame.

Pero vine acá a decir que mi marido está nominado para los Latin Grammy y empecé diciendo cualquier cosa. Grosso mi marido. La poca bola así hace sentido ¿no? Es un capo. Lo amo. Y lo extraño aunque llevo bien su ausencia. Pasé por casa porque tenía que ver algo de las tomas eléctricas. No había entrado desde que empezaron a destruir. Quiero decirles que me va a parecer mini cuando me mude después de la mansion en la que habitamos. Sí: ya sé. Cualquiera.

Bueno, vamos a ir al parque un rato que está María haciendo pic nic. Yo tengo que irme en breve al Back to school night y después cena de chicas en lo de Luli. Con qué facilidad me volví boluda total, eh. Te la estoy llevando bien mientras marino un par de ideas en la capocha. Me cuesta bajar con tanta interrupción materna (esto de llevar y traer es medio lo menos pero es lo que hay...).

Bueno chicos.
Así de grosso es mi maridet!

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