sábado, 17 de septiembre de 2011

msrsjshfgeystnegs uffffffffffff

Me araaaaaaaaaaasssssssssstroooooooooooo. Son casi las 9pm y no entiendo cómo no me muero del miedo de estar sola con mis tres hijos acá. Soy valiente, eso está claro. Volvimos en la carretera, ya de noche y les dije a los chicos, que estaban muy platicadores, que mejor hablábamos después. Subí el volumen de La zona sucia y me concentré en el manejo. Después de una hora y media de zumba matutina, de mi primera vez en moto (una Harley para ser más específicos, la de W que me llevó amoroso a dar una vuelta) y de patinar después de mucho tiempo, soy (una vez más) mis propios restos. De todas maneras: no hay nada mejor. La actividad física es un bálsamo espiritual grosso.

A las 10am estábamos los cuatro en el club. Antes de las 7 me desperté porque Milo me tenía agarrada cual garrapata. Jamás vi algo así. Y no dormí más. El peque se quedó con su hermana en la guardería y me dejó hacer la clase super tranquila. Después me eché un rato con Mery y Mery que estaba con la prole, alternando con la mesa de los A, con Willy y el Shamo. A la una y cacho nos fuimos a bañar con Lau, un mini de sauna, Milo que apareció de pronto (se escapó de la éjida de las M) y Tita que pedía su ropa, su traje de baño y todo lo existente. Lau se llevó a todos y yo pasé por casa a buscar patines y jean, Luzma me pidió de irse porque se sentía mal por lo cual me imposibilitó de salir con Domi & Co tal como tenía pensado pero después de una semana tensa, ni se me pasó por la cabeza decirle que no. Pasé por el City, compré un pastel de maracuya y kiwi (a Lau le copaba esa opción), unos churros y me fui a Bosque Real con la soledad como compañía privilegiada. Comimos unas pizzetas de pan árabe con mil pendorchitos dando vuelta y nos fuimos al parque cercano con todos los adminículos. Bah, Lau llevó a la prole y yo me fui con W a innovar en el motociclismo. Es una sensación de libertad copada, no dije ni un ay, entendí la mecánica al toque pero me tensé mucho. Igual íbamos charlando tranquilos, copados. Una vez en el parque me calcé los patines y estuve horas dando vueltas, yendo de acá para allá. Los pibitos jugaban felices con un clima privilegiado, la lluvia amenazaba pero nunca se largó. Lau se fue a manejar la Harley sola por primera vez y W también llevó al Coco hasta la tiendita a comprar unas bebidas. Todos contentos. Volvimos agotados a merendar y el pibito menor se quedó dormido arriba de Manu. Acabo de cambiarlo (roñoso lo metí en mi cama pero no daba despabilarlo con un baño), le di una ducha rápida a Tita y ahora los dos miran Volver al futuro por vez mil en la última semana. Les recontra copa (no es para menos, la verdad). Yo me refugié en el sillón verde y después de leer un par de cosas pienso acostarme a leer.

Marido estaba por despegar hace dos minutos. Mañana lo tendré acá no por mucho tiempo. En un par de semanas le toca NY (re debería haberme invitado pero no lo hizo) y después Las Vegas (no conozco pero tampoco me tienta ir, para ser honesta).

Y no mucho más. Más que suficiente por un largo día.
Reflexiones: ninguna. O sí: hay que ser buena gente. No hay que hacer cosas enroscadas y no hay que hacer sufrir nunca a nadie. Al menos adrede. Nunca fue mi estilo y no creo que vaya a serlo jamás. No me sale.

Bueno, chicos.
Ahora sí: así las cosas.

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