viernes, 9 de septiembre de 2011

desde la trinchera

Nah, desde la alfombra con el orto ya chato. La banda ancha 3G anda pésimo, probaré con el iphone como me sugirió Ale a ver si anda mejor.

Anoche me acosté temprano. Terminé Antes que anochezca (quería copiar un párrafo pero no lo traje), leí un par de páginas de Foucault pero como no me daba la capocha, pasé a Rabia de Bizzio. Me copa. Su sentido del humor subyacente, la locura que sobrevuela, la crítica de clase con conciencia de sí y la asertividad de los diálogos. Todo me cae bien, me divierte y me engancha. También me hizo pensar en que me cae mal la gente sin sentido del humor pero sobre todo la gente sin autocrítica, es como una falta de honestidad. Eso y la gente que no se masturba. No lo entiendo. Después me dormí. Por suerte los chicos estaban cansados y cayeron bien. Excepto Milo que tiene sus problemitas con el sueño así que me lo traje a mi casa y estuvo parloteando un rato demasiado largo para mi gusto. Igual me hace cagar de risa, los pibitos son surrealistas. Le doy muchos besos porque además, es muy tierno. Marido llegó como a la 1 y cacho, me llamó por tel y bajé a abrirle. Creo que se hizo algo de comer y después vino a la cama. Tuve que traer al Coco hasta acá, con un frío de locos, para que lo busque el camión. Tenía puesto mi pantalón de elefantitos, el buzo rojo con la capucha tapándome y las pantuflas de chanchitos. Sentí un poco de pena por ser una madre impresentable pero BUEH, hacía un frío de locos y eran las 6.55am. La materindad es un sacerdocio, efectivamente.

Después no volví a la cama porque estaban Tita, marido y Milo y no entraba. Me quedé leyendo. Y cuando Milo se fue, me volví a hundir y marido se me tiró encima y su peso sobre mi cuerpo es la felicidad. Tal es así que me agarró un pico de amor extremo, cuasi empalagoso, y no paré de decirle cuánto lo amaba y de llenarlo de besos. Agotadora. Hasta que... no sé cómo me dice que vuelve el 18. ¿Eh? Me había dicho que era una semana. Cesaron las risas y me di vuelta ofendida y empezó a suplicarme que volviera el amor infame. Pero ya no hubo vuelta atrás. Alta traición. Pibe: me dijiste que volvías el 16. El viernes es feriado y me toca estar sola todo el findex largo. Malísimo mal.

Pero bueno, apechugaré. Buscaré programas, me las arreglaré como siempre. Igual le amo.

Bueno, voy a customizarme un poco porque elegí un par de botas que no dan. A la noche cine club. Falta que guarde mi ropa y las cosas del baño, living la vida en cajas no es lo ideal pero es lo que hay. Ah, no hice deporte pero sí sauna, compré regalos, fui al super y busqué a Milo, a quien había llevado antes, obviamente. Me copa agarrarlo de la mano mientras él arrastra su mochila. Ah, a marido en mi pico de amor le pregunté si no había días en los que quería tener más hijos (conmigo, claro). Su respuesta fue: "no, ni en pedo". Ni con eso me enojé.

En fin, chicos.
Así las cosas.

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