viernes, 8 de enero de 2010

arena y sol

Desde febrero que no vamos a la playa. Fueron cuatro días (ah sí, y la tarde de Malibú pero diría que no cuenta). Yo no soy muy afecta a la arena, ni a las infraestructuras rústicas y menos con un bebé pero mi cuerpo está pidiendo sol, calor, mar. Pensé que podríamos irnos pero las fechas se complican, vienen padres, amigos, primos. Tal vez a fines de febrero, recién, podamos pensar en escaparnos. Hasta entonces, escucho jazz, intento trabajar, leo.

Hasta tanto, me imagino que añoro algo que me gusta. Aunque sepa que no.

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