lunes, 18 de enero de 2010

en el espejo

Me sobran dos kilos y mucho no me importa, ya los bajaré. Soy extremadamente chata, no tengo tetas. Tampoco me importa demasiado. Es más elegante. Podrían estar mejor, claro, pero qué se puede pedir tres hijos después.

Las endorfinas del deporte no tienen parangón.

Hay sol y bajó el frío.

Nos vamos al pediatra a ver cómo desteto a este bebito.

Así las cosas, chicos.
Más contentas.

1 comentario:

libre dijo...

y que pasa si no lo destetas todavia?