jueves, 28 de enero de 2010

grisura, strudel de manzana, sueño

Me despertaron de la siesta. Teléfono. Odio el teléfono. Estaba profundamente dormida. Plácida. Probé el strudel que hice ayer, quedó bien pero no me gusta el strudel en general. Me toca llevar a Coco a piano. Los chicos vieron una peli, no tienen clases hasta el martes. Mucho tiempo. Sigo cansada.
Coger mucho, estar entretenida y fumar me sacan el hambre. El tabaco apesta.

Tengo mucha cara de dormida. Le digo a Fer que estoy más de la gorra que nunca. Me cuenta cosas que están buenas.

Tengo asado a la noche. Ayer no quise salir a cenar. Preferentemente no quiero salir de mi casa y tampoco quiero hablar mucho en la vida real. Preocupación.

Le doy poca bola a mis hijos. Sin embargo, en la escuela me dicen que son niños seguros de sí mismos. Se creen lindos, inteligentes y buenos. Increíble.

Después voy a hacer unos brownies con Tita.

Con sol todo es más feliz.
Pero ahí vamos.
Así las cosas.
Alunadas.

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