domingo, 17 de enero de 2010

y, como dijo un amigo, la vida sigue

Recuperar el centro. Salió el sol y sin embargo la incomodidad no se desarmar. Dejar el tabaco, el alcohol y el porro sería una buena medida. ¿Quién nos mira? No debería importar, parte del secreto de la felicidad es mantenerse al margen de la mirada externa. Ajena. Pienso: debería acrecentar levemente el cinismo, la candidez no iría conmigo y sin embargo...Extraño Buenos Aires, hoy. No sé si es el frío, el fin de semana encerrada, whatever. Comimos empanada gallega, ensalada. No estoy contenta y me odio por eso. ¿Repuntará la semana? ¿Con qué musicalizamos? Llegan padres, después más visitas. Cat Power. Uh, da melanco. Me gustaba más antes. No ponerse en duda, nunca. No caer. No desistir. Proyectar. No cejamos. Tomamos té. Y jugamos en equipo. Dejemos lo que no sirve de lado, olvidado. Volvamos a empezar. El 2010 es redondo y siempre nos gustaron los años redondos. Recordamos el 2004 con cariño. Años pares. Trabajar. Hacer deporte. Eso nos salva. Y criar hijos. La vida social, los amigos nuevos. Sos una mujer de 32 años, los avatares tienen que ser otros.
Es domingo, chicos. Un domingo cualquier de un enero de invierno. Nos gustan los eneros de verano, tanto más.
En fin.
Reempecemos y seamos felices.
No hay otra opción.
Así las cosas.

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