sábado, 16 de enero de 2010

uff

La noche fue un poco pesada, antes y después de acostarme. Diego llegó muy mal. Me levanté pensando que soy demasiado petit para tanto sostén. Debería ser más alta y más pesada, por ejemplo. Comimos algo al paso (no ando particularmente apetente aunque actue como un pacman) y vimos una peli. A las diez me metí en la cama. A las tres vino Simón, había tenido un mal sueño. Se quedó en nuestra mini cama hasta que lo exilié. Bah, tuve que llevarlo hasta la suya y arroparlo. También durmió Ilán en casa, su exceso de vida social a veces me supera. Después, el bebé se despertó llorando otras mil veces, yo me desangré toda la noche de una manera sobrenatural, no entiendo cómo un cuerpo puede perder tanto material y seguir como si nada. Un desastre. Y sigue así. Me siento pésimo. El tema es que no pude volver a dormirme. Insomnio. Otra vez. No quiero más. Necesito alguien que venga a resetearme, necesito sacar mucha info de mi memoria RAM. Necesito estar fresca de nuevo.

Diego se levantó antes de las siete y se fue a jugar al golf. Yo recién ahí pude volver a dormirme. Una hora, sonó le teléfono. Después, otra hora más, salí de la cama, volví. A las diez fue la definitiva y me bañé. Creo que voy a ir a pasear un rato sola, a ventirlarme al Antara. Necesito otro sueter. Y una cartera.

No sé cómo seguirá el día, supongo que comeremos algo acá con los chicos porque Diego llegará tarde. No me importa nada, estoy muy cansada.

Igual, soy otra. En lugar de contagiarme la angustia, la lucho.
Así las cosas.
Un poco pesadas.

No hay comentarios.: