martes, 22 de marzo de 2011

la tarde, ese triste momento del día

A partir de las 3pm empiezo a ser un poco más infeliz que el resto del tiempo. Me dura hasta las 7 aprox. Es inevitable. Vengo de tenis, tomo café y voy a trabajar mientras los menores pasean un rato con Luzma. Cuando no veo gente soy callada y tranquila. Y sosegada hasta un punto. El punto en el que canto El elefante trompita y el payaso plim plim y me doy cuenta de lo lejos que estamos todos de Buenos Aires. Años luz. Y entonces, pienso en que es una vida que me resulta extraña y ajena y que la ostranenie también funciona en la lectura de la realidad. Uf. Cierto, inevitable y doloroso. Miro el níspero ya sin frutos y de repente detesto mi afección por la educación pública, las ideas progresistas y la reputamadre que me re parió (ya sé que no viene a cuento de nada pero todo tiene un sentido aunque me de fiaca dárselo en este espacio).

Otras cosas que no puedo decir porque no tengo las palabras para afrontarlo. Las ganas de llorar que se traban en la garganta. ¿Me habré vuelto inmune?

¿Seré más triste?

Termino un libro y otras ganas de llorar. Pienso mucho en Maru K. Muchas veces se me vienen pensamientos relativos a su muerte, a la muerte en general, al sentido de las cosas. No es tiempo de sobra: siempre fui así. Desde que me conozco.

Ya sé: un plomo. Prometo salir a la calle para hacer ridiculeces y que el mundo me mire con esa cara de ¿qué te pasa loca? Pero el cuerpo ya no es lo que era y empiezo a sentirme ridícula y desubicada de verdad. Los años no pasan en vano, ohh nooooo.

Bueno, chicos.
Así las cosas.
Así la vida.
(¿Alguien vive más fluídamente?)

4 comentarios:

FlorA dijo...

Yo también tiendo a deprimirme en ese horario...

qué será?

inés dijo...

esto que decís del cuerpo es terrible, realmente el cuerpo cambia y no podemos hacer lo mismo que antes obviamente es mental, pero sabés una cosa, para mí que sin que te des cuenta lo seguís haciendo, la gente al crecer se va aplacand pero por suerte, no sufris tantos sobresaltos esa exaltación de ser chico, pero igual conservás tu espíritu!

yo a las siete de la tarde me vuelvo zombie.

Lala dijo...

yo también me deprimo en ese horario, odio la tarde.

Lala dijo...

yo también me deprimo en ese horario, odio la tarde.