todo puede remontar/todo puede ir peor

Opto por la premisa 1.

Tomo un té primero con Lau que viene a traer a Giulia y también tomo un té con Walter cuando la viene a buscar. Pienso que mi cocina, como muchas otras, tiene un imán. En el medio fui un rato al club con Milo porque estaba Violeta. Dije seguramente un par de pavadas tirada sobre el pasto y volví.

Queremos ver El ganador pero un cable nuevo tampoco anda. Voy a ir a la cama a terminar de leer La vida cotidiana de Daniel Gascón. Me gusta. Pensé en Inés porque es de Zaragoza. Le escribí. Siempre hago esas cosas ¿todo el mundo hace esas cosas? Creo que sí. Es uno de los regalos de Alejo junto con un disco de Nacho VegaS, jamón serrano rico, manchego y vino. Bien elegido. Me gustan los relatos jóvenes, directos y concisos en los que me identifico más de lo que seguramente debería. Soy un pibe. De veintitrés. Pero más que nada: soy un pibe. No te lo puedo explicar. Es. Con un mini de tetas.

Marido hizo una pasta rica con corazones de alcachofa, tomatitos secos y alguna otra cosita. Estoy cansada. No pude bañarme en el club porque perdí la llave del locker. Después de cinco años. Mañana voy a tener que poner todo un operativo en práctica que me da una fiaca loca. La melancolía mutó porque no le di cabida. Pero quise llorar en algún momento. Qué triste puede ser todo a veces.

Extraño ciertos mails. Pensar que antes uno tenía que esperar meses entre una carta y otra. Aunque supongo que mucha gente escribía todos los días y uno se decidía a mandarlas. Yo hubiera sido de ese tipo, claro.

Marido me dice que debería escribir una novela por mi capacidad de escribir todos los días. Lo dice en simultánteo. Digo ah, sí. No digo: no, pipu, una cosa no tiene nada que ver con la otra. La mayor parte de las veces prefiero no hablar. Nadie sabe eso pero cuando no digo lo que pienso simplemente callo. Claro que digo demasiado lo que pienso y mucho no da. Aprender a callar debería ser el goal del año. Siempre lo olvido. Año tras año.

En fin. Me voy a la cama.
Así las cosas, chicos.
Así las cosas.