viernes, 25 de marzo de 2011

pseudo triste

Una sensación de vacío que no tenía hace tiempo. Una mierda, bah. Hice gym, estuve en lo de Ile muy productivamente, pasé por casa a buscar un libro y me encontré con P en La Ostra que, claramente, bajó su nivel hasta volverse incomible. En el Contramar me dijeron que ni lista de espera en la barra. Hay que reservar con muuucha anticipación. Me colgué. Volví y pasaron Walter y Lau que se acaban de ir y entretanto llegó marido con los arquitectos. No participe. No puedo. Ser lejos, a pesar de la pesadez, me duele.

Extraño conceptualmente muchas cosas.

Ya pasará. Y no, no tuve tiempo de laburar. En el coche escuché a Nacho. Pienso en la empatía con los corazones rotos. Golpeados, desangrados. Lejos de mí pero cerca siempre, de una u otra forma. Chatié con mi beloved coachie, se iba a comer con mi hermich.

Me decías lo que media
entre tú y tu soledad

es un trecho que no puedo abarcar.

Espero no haber perdido la alegría. Hablé dos minutos con madre, por mail la había puesto al tanto de la noticia. Ayyyyyyyyyyy. Pero tampoco es eso, es un todo. Es un viernes a la tarde, una soledad rodeada. No importa. Ya pasará. El finde: nada. Uf.

En fin.
Así las cosas.

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