jueves, 3 de marzo de 2011

todo lo que pensás se desvanece en el aire

¿Qué iba a decir? No sé. Pienso todo el tiempo mientras intento vivir con bastante esfuerzo. Nah, bueno, exagero. Pero estoy encerrada y eso siempre hace mal. Necesito a Luzma. Ayer fuimos al cine a ver El discurso del Rey y no puedo creer lo pésima pésima. Después dormir mal, antes pelea marital de las antiguas, de las que generan angustia a los dos contrincantes y se relaciona en realidad con cosas externas, feas, injustas, inintilegibles. La mala leche otra vez. Ayer le decía a Xime lo que pienso siempre: si estás en tu piel, satisfecho y contento con lo que sos y lo que tenés, nunca te dedicás a joder al otro. Me parece todo tan cualquiera escribirlo casi me da vergüenza. En fin.

Por lo demás, una noche angustiosa. Con mini ataques de a ratos, con sueños extraños y horribles. Uno muy pedestre: cuando le contaba a Pau que ya teníamos pasajes para ir a verlos me contestaba que justo en esa fecha se querían ir a otro lado. Puff. Después pesadillas más duras.

Extrañar con el cuerpo.

Mañana llega Alejo y me pone contenta. Amo las visitas. Es como tomar aire fresco y mirar la ciudad con otros ojos.


Bueno, dado que ya trabajé, despaché hijo 1, hija 2, desayuné con marido, chatié y contesté mails, es hora de ir al gym. Tengo unos pendientes por Polanco pero como no bajo, no los resuelvo. Podría ponerme las pilas e ir hoy. Por ejemplo. Al rato veo.


En fin.
Así las cosas!

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