lunes, 28 de marzo de 2011

me duele la panchi

Hace calorcito y me siento retrotraída al año pasado. Pero después me doy cuenta de que no, de que no tengo que caer porque no hay motivos. Abrir un archivo viejo hace mal. Abrir archivos cuando no se debe, hace mal.
Ayer fui un rato al club, marido había venido a buscar a los chicos y me quedé un rato SOLA, tranquila, estuvo bien. Después fui para ir, estaban los A. Ya no somos casi nadie, es increíble. La extrañamos a Pau, claro. Vimos a los maridos jugar al tenis, yo festejé mucho al mío porque mejoró notoriamente. Como empezó a llover, decidimos venir a casa a comer pizza. Los maridos fueron a comprar ingredientes y las hicieron. Comí tan demás que me sigue doliendo la panza siendo las 8.45am de día siguiente. Igual, espero hoy sí hacerme cargo y empezar la dieta, esto no da para más. Marido me hizo comentario hiriente ayer a la noche.

No fue una buena noche. La angus se cuela y de repente me acuerdo de por qué. Dejo las banalidades, los detalles, me encuentro conmigo y no está bueno lo que veo. La panza me duele por otras cosas que trascienden la pizza, lo sé. Miramos Dwells, buscamos cocinas en internet. Nos sacamos chispas, no podemos ver peli. Garchamos odiándonos. Soledad repentina, un vacío. La locura atávica emerge, fuerte y sólida. No da. Esperemos que no. Tal vez sea el clima. No sé.

Me pongo a trabajar mientras espero a Luzma, iré al gym y después me pondré intensamente a hacer todo lo que debo. El bebé está insopor y no sabemos por qué, la gente me pregunta si estoy embarazada: no chances.

En fin.
Sí, así de densas las cosas.

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