domingo, 6 de marzo de 2011

morsa style

No remonto. Ayer fue un día largo. Larguísimo. Después de zumba y de pasar por casa fuimos al Cenart. Nunca habíamos ido. Es un predio gigante con muchas escuelas de distintas disciplinas: artes plásticas, danza, música, cine, teatro y puede que alguna más. Y entre los edificios hay parques donde hicimos picnic (en realidad llegamos y nos dimos cuenta de que no había dónde comer y de que tampoco se puede andar en bici así que marido se fue con hijos mayores a comprar algo -unos sandwiches no muy exitosos y AGUA- y Alejo, Milo y yo nos quedamos echados...bah, Alejo fue a comprarle una galle al bebuch para que no rompiera los huevos) y después escuchamos a un sexteto de jazz de los Países Bajos camanduleado por una pianista, tirados en el pasto. Hubiera estado más lindo con sol pero igual fue agradable. Volvimos, yo aplastada atrás con mis tres hijos quejándose, peléandose, etcétera lo que me produjo un dolor de cabeza como hacía muchos años no tenía así que terminé acostada, a oscuras, dormitando mientras marido y Alejo hacían su vida en el living. Después resucité, me customicé un poco de fiesta, aguanté que marido me dijera ¿quién te creés que sos, Courtney Love? no recuerdo bien por qué comentario mío y que Alejo lo apoyara y festejara, picamos jamón serrano traído por el huésped junto con un rico y para mí un poco fuerte manchego y partimos hacia la fiesta de colados que produje para que tuviéramos programa. Por suerte era muy cerca. Inaguramos la pista con Domi, la música fue mejorando con el correr de la noche, me tomé dos ron con coki y estaba lo suficientemente borracha como para superar el cansancio de la falta de sueño. Nos acostamos a las 2am y hoy a las 8 y cacho me levanté porque los chicos ya estaban todos despiertos y Ale tenía que tomarse taxi y no quería que se sintiera responsable de toda mi prole. Bajé indigna, con restos de maquillaje que anoche no salió y cuando cerró la puerta, subí corriendo a hundirme en la cama de donde no salí hasta la 1pm. Entretanto, marido se ocupó de hijos, les hizo desayuno de papa hash con chorizo, me prepararon el café pero me excusé, lavó platos, armó valija con Coco para el campamento de mañana, arregló uno de mis cajones de la cómoda, hizo las camas, vistió al bebé y ahora nos vamos a lo de los A un rato a comer un asadit. Estoy rota, me duelen todos los músculos y me siguen faltando unas horas de sueño. Los mayores están más insoportables de lo que los humanos podemos tolerar muchos días seguidos, no sé cómo encarar esto pero bueh, al menos va a haber uno menos por tres días.

Bueno, chicos.
Así las cosas!

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