lunes, 14 de marzo de 2011

la tendencia al error continuo

¿Cómo puede ser que no aprenda? Creo que eso es lo que más me angustia de mí: caer siempre de la misma manera, en los mismos pozos. Querida Julieta: sos un touch naba. O saquemos lo de touch. Es por eso que te merecés la tristeza invasora, como los animales, tropezás muchas veces con la misma piedra.

¿El deseo y la curiosidad van de la mano? Concluyo que sí. Apa, eh. Mirá la que te tiro. ¿Verosímil?

Por lo demás, tuve que bajar a Polanco, me encontré con Alejo en la condechi, caminamos, pasamos por la Rosario Castellanos, compré una muy mala edición de Crítica de la razón pura, dos libros para los chicos y uno para Ale. Comimos en El farolito, después helado en el Roxy (unos clásicos locales, bah) y después leí mientras esperaba los 45 minutos que hubo hasta que llegaron Xime y el Coco que la quiso invitar el viernes a casa. La madre puso cara de "ah, mirá vos" y yo no pude ser extremadamente simpática. Cuando estoy triste me opaco y hago menos chistes. Ojo, también es el clima: se nubló pesado y gris y le pediría al df que se pusiera las pilas porque la foto me está matando. Pero bueh.

De fondo mental: Ji ji ji...No lo soñé, ehhhhhh. Se enderezó y brindó a tu suerte.

En fin, chicos.
Así las cosas.
Marido viene tarde y me da poca bola. Miraré Californication. Not so bad.

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