domingo, 20 de marzo de 2011

no entiendo bien este clima

El calorcito defeño me desconcierta. El aire se enrarece porque dura poco y cuando me acostumbro ya está lloviendo. Tengo que dejar las botas y el abrigo peludo y me da mucha pena. Pasar a las chatitas me hace sentir indefensa. Uf, mi hija es un lamento boliviano extendido, no para.

Hay sol. Ayer fuimos los 5 al super y compramos unos capelletis para los chicos y quesos, fiambres y panes para nosotros. Comí solo una mitad de mi pan con mozzarella, los hongos que asó marido, albahaca y tomatitos disecados. Hacía mucho que no estábamos solos solos. Preparamos, saqué de la mesa, lavé, serví helado. Simón se fue a lo de Dante y nosotros al cine: Rango. Me gusta el programa pero estaba desconcentrada y se me hizo un poco larga. Le había llevado un tupper con palomitas y una botellita de agua. El bebé se lo bancó bastante bien para ser su primera vez. Yo salí acongojada, extrañosa, angustiada. Los sábados a la noche no me gustan.  Llegamos, corté piña, fresas y armé un bowl de frutas para Tita y marido y le di de comer a los varones. Después, marido preparó un gazpacho y la mise en place para las tortillas de papa mientras yo me comía mi propio tazón de frutas con yogur y granola. Vamos temprano a lo de Nacho y Eva, manejan horario argentine (todo lo contrario a mí). Vimos Presunto Culpable y además de angustiarme me pregunto cómo pueden pasar cosas así. El tercer mundo apesta por demasiados motivos pero: es lo que hay. A veces me llama mucho la atención vivir acá. Hacer dieta no ayuda, eh. La tristeza se lleva mucho mejor con chocolate y nutella que a pelo.

En fin.

Bajaré a desayunar. Acabo de chatear con Juli, la extrañaba. Empiezo a extrañar a mis amigas. Igual ya las voy a ver.

Así las cosas, chicos.
Everyday is like sunday.

No hay comentarios.: