viernes, 14 de mayo de 2010

ah bueeno

El coche se me quedó en la puerta del club, paré diez minutos para hacerle un favor a una amiga de Pau y no arrancó más. Ella me tuvo que llevar a buscar a Roberta y la mamá de la amiguita me trajo hasta acá en un gesto de solidaridad extrema. Cuando llegué me di cuenta de que no encuentro la licencia de conducir! Marido, como siempre, se volvió a enojar y no me habla. No puedo más. Es una tortura psicológica insostenible.

Muy cansada, al bordel del abismo.

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