domingo, 16 de mayo de 2010

¿Por qué no escribí antes?

Porque estoy en babia, sumergida en la cotideaneidad más avasallante y aplanante posible. Porque me olvido de las cosas importantes, también. Claro.
Es obvio que estoy a favor del matrimonio homosexual, supongo que no sentí la necesidad de decirlo. Es así. El matrimonio es, me di cuenta hace muy poco, un contrato entre pares que garantiza la repartición equitativa de bienes (si te casás por régimen mancomunado) y la herencia. Antes no pensaba, me pareció lógico casarme cuando tenía veintitrés años porque sí. Porque estaba enamorada, iba a tener un hijo y parecía lo natural. Jamás pensé en lo que implicaba realmente (básicamente, cuestiones económicas y no mucho más).
Cuando llegué acá aprendí que de todas maneras, eso depende del país. Porque lo común en México, por ejemplo, es el casamiento por bienes separados. Primero. Y luego, hay que testar. No existen los herederos forzosos como en Argentina (sólo podés disponer de un pequeño porcentaje de tu patrimonio que me da fiaca googlear para saber cuál es exactamente). Pero no me voy a extender en la hipocresía reintante en este, mi segundo país, porque sería para otro post.

¿Por qué los heterosexuales tendríamos más derecho que los homosexuales al beneficio de estas leyes? No hay respuesta.
Después está el tema de los hijos pero creo que es más complejo, no sé cómo afecta a la posibilidad de adopción la sanción de la ley. Esperamos que los senadores tengan a bien aprobarla. Quedan muchas cosas en el camino pero la legalización del aborto sería una muy importante. Es domingo, leo los diarios en camisón (mucho suplmento), en el silencio más absoluto (Diego se fue con Simón al club, buscan a Tita y van al super y después viene a hacer el asado). Me voy a bañar y haré ensaladas.
Pasan muchas cosas en el mundo. Uf.
Acá está nublado y fresco. Y viene gente a comer carne.
Nunca me importó lo que hacen los demás en la cama. Como debe ser.
Así las cosas.
Liberales.

2 comentarios:

Marcepé dijo...

Sin intención de correr a nadie por izquierda, que no es mi idea. Pero si un par de pensamientos.

- A nadie le importa lo que hacen los demás en la cama (tampoco a aquellos que se oponen a la ley), lo que se discute tiene que ver con la vida pública, la de los derechos, la de los reconocimientos, la de los hospitales, las aduanas, el registro civil, los juzgados.

- En cuanto a la adopción. El tema embarra la cancha. Los homosexuales pueden adoptar actualmente y de hecho adoptan. Solo que tienen que hacerlo solos. En el caso de parejas homosexuales se expone al niño a que solo uno de los padres/madres este reconocido legalmente lo que afecta derechos fundamentales de los niños (herencia del padre/madre no reconocido/a, muerte del reconocido/a, presencia de ambos en hospitales, identidad/apellido etc). Esta ley solo rectificaría esta situación de injusticia.

Marcepé dijo...

Y saludos muy cordiales y gracias por la compañía.

Marcela