jueves, 20 de mayo de 2010

signos inequívocos

Los días se me hacen eternos. Odio el horario de verano. Un chicle el tiempo. No estoy bien, creo que un poco deprimida, otra vez. Estar acá. Quiero Buenos Aires. Actividades. Ciudad. Familia. Colegios de todo el día. Hoy a la noche blogueras (o ex?) en #bloxxamor. Yo, lejos. Le dije a Diego de ir al Covadonga pero me arrepentí al instante. Lejos y ¿para qué? Prefiero mirar una peli. Sólo que él está agotado y no da. No quiero más México. No puedo más México, esa es la realidad que gambeteo todos los días. Aburrimiento, claro. Mucho. Puro y duro. Soledad. Puede que igual sea yo en cualquier lado, no los descartamos.
Me tiré a jugar con Milo, eso también. No me sale naturalmente, ya lo hice, no lo quiero hacer más. Perdón hijo. Es un esfuerzo que no disfruté mucho con ninguno y ahora me parece que menos aún. Sí, la honestidad brutal me convierte en un monstro. Lo sé.
Me voy a buscar a Tita a lo de la vecina, buscamos a Coco en piano y nos vamos a sacar fotos de trámites a Walmart. Fiaaaaaaca. Paja mal.
En fin, chicos.
Así las cosas.
Plomas.

1 comentario:

MVP dijo...

En Buenos Aires sacar el registro te hubiese llevado toda la mañana o más!!!!

Intentá buscar cosas buenas en lo que tenés acá.

Sí, el DF es una ciudad enorme, sí los colegios deberían tener un horario más largo (para que las madres trabajemos tranquilas) y además entiendo que Buenos Aires te resulte conocido y, sí, también es una ciudad que se hace querer.

Pero México también se hace querer, y no pasa por tener guita para ir a Cancún.

Quizás alcance con llevar a los chicos al lago de Chapultepec a andar en bici o patineta, o probá llevarlos a caminar por la Roma o la Condesa. Si con los chicos no te cierra el programa andá con marido o amiga.

Salí J, buscá, reíte, caminá, etc, etc

Un beso,

Vicky