martes, 11 de mayo de 2010

En otro orden de cosas, nada que ver conmigo, al menos en este momento

Hablemos de amor. O mejor, hablemos de cuando el amor se termina, cuando te rompen el corazón y pensás que nunca nunca te vas a sentir bien, que es imposible recuperarse y que nadie jamás va a volver a quererte. Es triste. De lo más triste que yo conocí. Un dolor que te parece que no se va más. Pero se va. Hoy hablé de eso vía chat con coachie y después leí en Oncesur también sobre lo mismo y tengo en el cuerpo grabada la sensación, de cuando era chica y me separé y decidí entonces que la próxima vez que me enamorara sería definitiva, que me casaba. Acá estoy, nueve años y medio después, habiendo cumplido la profecía (porque todas son autocumplidas). Pero sé lo que es. Y no estoy excenta de que me vuelva a pasar porque el matrimonio, lo sabemos, no es garantía de nada (por el contrario).

Mi hermana y mi cuñada se van al Covadonga a comer, cuñada está de viaje por trabajo. Llueve. Y me siento mal. Y hay tráfico.

El amor se termina, sí. Pero un día te levantás y te das cuenta de que se pasó, así, sin más. Se pasó y te curaste y podés volver a ser persona.
Así que a no desesperar, el amor hace sufrir pero es lo que da sentido, la mayor parte del tiempo.
Ahora sí, a otra cosa. Mariposa.

1 comentario:

Unknown dijo...

Dimelo a mi, despues ed 7 años de matrimonio y 2 hijos HOY se que se termino y que aunque no este seguro lo mejor para los 4 es terminar