jueves, 6 de mayo de 2010

uf

Cansancio extremo. Los horas de cumpleaños son como horas perro, cada una dura por siete. Quedás exhausta de la pura intrascendencia. Dolor de todo. Le pedí a Daniela que me acompañara y me super ayudó, nos turnábamos con Milo pero me sumo la preocupación de que coma bien, que tenga de tomar, que no se canse. Estoy muy contenta pero sigo sin querer hacerme ilusiones. Día a día. Por lo demás, poco. Poco. El cuerpo y la cabeza agotados conducen a ser un cero. Cero bajo cero. Todo se me hace cuesta arriba.
No mucho más, eh. Oscurece muy tarde. Tengo muchos hijos. Hago los ejercicios con Milo. Espero a marido (lo estoy llamando y no lo encuentro). Y cosas así, un poco lo de siempre. Un poco distinto. Bastante contenta. Levemente sobrepasada pero nada para destacar.
Así las cosas.
Ocupeti.

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