jueves, 29 de abril de 2010

¿más fotos?


Acá creo que se ve más la realidad.
Hoy, mientras hacía elíptica, dos señoras hablaban entre ellas de máquina a máquina, conmigo en el medio. Estaban matando (pero matando mal, la mina ya era cartera) a una madre (de compañera de hijas de ellas). Cosas horribles. Yo me fui escandalizada de Buenos Aires en diciembre, sintiendo que la gente criticaba mucho (MUCHO) a todo el mundo y que si te levantás de la mesa, te hacen mierda pero me doy cuenta de que es universal. Yo no soy caperucita roja, criticar a veces es divertido pero sin saña, de vez en vez, por deporte. Pero no me gusta que sea una constante. Me aburre. Me deprime.
También me tira para atrás la ingratitud, la pretensión,  el artificio extremo. Por lo general, soy amiga de los defectos de la gente. Digo, siempre es más fácil toparte con las cosas buenas de los que tratás pero las fisuras hacen a las personas más interesantes. Sólo que. A mí no me gusta discutir, por ejemplo. Me cuesta mucho lidiar con la agresión, me hace replegarme, querer salir corriendo.

No sé a qué venía todo esto, lo pensé, una vez más, cuando me metía en la ducha del club (siempre la segunda, siempre los rituales, mi lugar en la mesa, etc, etc, la neurosis hecha costumbres) después de no aguantar el calor extremo del sauna.

Bueno, eso.
Nada importante.
Así las cosas.
Atareadas.

1 comentario:

MVP dijo...

No jodas J que estás bien, cuántas veces te lo tenemos que decir???

A Milo se lo ve bárbaro, contento, conectado y disfrutando de su celebración!!