martes, 13 de abril de 2010

pasado, canto, hermanas, historia, buenos aires, abuela

Cenamos con mis papás y mis dos hermanas. Por si alguien no sabe, mis hermanas son hijas de mi papá pero no de mi mamá. Pero son mis hermanas, siempre odié que la gente me retrucara: ah, son tus medias hermanas. No, pichi, son mis hermanas. Punto. El kinder no estaba. Fue un día duro en el sanatorio, yo estuve poco por cuestiones de logística. Vi a Analois a la tarde, vino con Olivia, la pasé super bien. Me faltó tiempo para hablar. Me gusta que mis amigas sean madres, me acerca, me une, me empareja, después de años de ser sola.

Y al rato fueron cayendo los demás. De a poco. Primero madre y Marce (mi hermana mayor mayor, que vive en Suiza), después padre y después Ale. Cenamos una carne al horno (con alguna hierba, acá todo es semi sofisticado), con papas y batatas pero cortadas como si estuvieras en Sucre y una ensadala de tomate y cebolla. De postre: queso y dulce de batata y de membrillo. Clásicos.  Después del café, empezamos a cantar, como antes, como siempre, como cuando éramos chicas. El repertorio es muy variado. Canciones de protesta, revolucionarias, la misa criolla, Sandra, Mercedes Sosa, canciones andinas. Marce es la que canta bien, cuando era adolescente cantaba en un coro. Nosotras, bueno, ahí vamos. Le ponemos onda. Madre y padre se emocionaron. Madre sacó fotos. No sé cuándo fue la última vez que estuvimos las tres solas, haciendo show. Más de diez años seguro. Yo también me emocioné, nos reímos mucho, terminamos bailando las pocas canciones judías que conocemos. Somos impresentables. Me dio nostalgia, me dieron ganas de que vivamos todos en el mismo país, me dieron ganas de ser chica, de comer chocolate amargo, de tener otros problemas distintos a los que tengo hoy. Y vuelvo a pensar que para mí la familia es fundamental, es el nucleo duro, lo que te constituye, te forma, te ahoga y te sostiene, todo junto y a la vez.

(excursus, charla por skype con marido, rispidez).

Roberta me pregunta como cuánto falta para que vuelva. Como poco, le contesto. Sigue lloviendo y mañana también seguirá. Que salga el sol, pienso. Es el otoño. Me indispuse. Malísimo. Me sigue gustando Buenos Aires a pesar de todo. Porque hay tensiones familiares también. Discusiones, roces, desencuentros.

La distancia le hace mal al matrimonio. Como muchas otras cosas. Relación difícil si la hay. A veces me pongo triste por eso. Otras, no.

Me voy a dormir, chicos. Así las cosas.
Espero que sea rápido, al menos hoy.

2 comentarios:

LA RUSI RELOADED dijo...

cómo esta tu abuela? yo pienso lo mismo de la familia, y no puedo entender esas familias donde estan todos peleados, o un hermano hace 20 años que no habla con el otro, o una hija que no hable con su madre...te quiero!

LA RUSI RELOADED dijo...

cómo esta tu abuela? yo pienso lo mismo de la familia, y no puedo entender esas familias donde estan todos peleados, o un hermano hace 20 años que no habla con el otro, o una hija que no hable con su madre...te quiero!