viernes, 26 de marzo de 2010

dame amor hasta mañana

Me desperté a las 5am y no pude dormir más. De todas maneras, amanece temprano. La semana que viene cambia la hora y con eso nuestro bioritmo. Diego durmió mal, quise que pasara algo y no reaccionó. Pastas. No hacen bien.

¿Nunca te hablé de mi hermana Ale?

Ahora está acá por unos meses. Para nosotras, somos parecidas. Aunque alguna gente no se da cuenta. Rarísmo. Y hablamos igual. No el tono, claro. Yo tengo la voz más grave y nasal y hablo en un volumen siempre alto. Ale, en cambio, habla suave y tiene un timbre más agudo. Pero la forma, la forma es la misma: arrastrada, un poco afectada y con modismos muy parecidos. Cuando vivíamos juntas, nadie nos reconocía por teléfono. Pero de eso pasaron más de diez años y yo la escucho y me escucho a mí misma. Ale es muy inteligente y una de las personas más graciosas que conozco. No es como yo que te causo gracia por la forma en que digo las cosas. Es el contenido. Hace chistes graciosos, ácidos. Bueno, eso. Mi hermana. Ale. Me di cuenta de que los cuatro somos unos aparatos sin control. Me parece que no todo el mundo es así. ¿O sí?

A la noche los pasé a buscar por la oficina, nos tomamos un taxi y fuimos al Museo de Arte Moderno que es hermoso a ver la muestra en la que participaba Manu y que por lejos es el artista que más me gustó. Groso que exponga ahí. Entren, tiene cosas alucinantes. Después salimos al patio y comentamos que, claro, no conocíamos a nadie de todas las muchas personas que estaban tomando cerveza y tequila gratis. Xime, Marian y Ale se fueron al Covadonga a cena de chicas y Diego y yo nos tomamos otro taxi hasta un restó argentino que hay por Polanco. Nos sentamos en la barra y comentamos cómo trabajaba el parrillero. Hablamos bien. Nos reímos. Nosotros y el chico que ayudaba al parrillero con las comandas que no pudo aguantar una carcajada cuando después de que Diego me dijera que mi look era extremadamente ochentoso, me puse a cantar Who´s that girl mientras bailaba en mi silla alta. Me reí con él. Escuché un poco de la conversación de la mesa de al lado, un chico con dos chicas, no se entendía quién era quién pero él hablaba sin parar. También comentamos lo inesperado de nuestra vida juntos, así como al pasar. Comí de más (ensalada, provoleta y un poco de pan. Diego se pidió un vacío con papas que la rompía). Así que hoy opté por hacer aeróbico en lugar de empezar con yoga.

Los chicos salen a las 11am. Cualquiera. O van o no van. ¿Pero un ratito? Me estás cagando la mañana. Al desayuno de madres, entonces, no voy. Pero invité una amiguita de Roberta, Regina. Así que tengo tarde de madre full.

Marido se va mañana a la mañana temprano y yo me quedo con Ale. Todo el mundo sale de vacaciones para estas fechas y nosotros somos los únicos pescados que, para variar, nos quedamos estacados en la ciudad. Te querés matar.



En fin, chicos.
Así las cosas.

1 comentario:

LA RUSI RELOADED dijo...

Los únicos no, nosotros también, hagamos plan que la ciudad es un embole. te quiero!