martes, 30 de marzo de 2010

¿un día menos?

Me arastro. Así con "r". Porque también empezamos el día garchando y después hice 45 de aeróbico y cuidé a los chicos un rato en la pile hasta que llegó María y me bañé rápido (sin sauna) y me fui a mi clase de piano/canto y canté y toqué unas cositas, pasé a buscar a Milo y su carreola por casa, volvimos al club, les di de comer algo, me manduqué una ensalada de atún y corrí de nuevo a casa porque venía Romina con sus hijos. Me traje a Juana también. Cociné un pollo mientras escuchaba y hacía café (tengo una pregunta: ¿si es la cuarta vez que venís a mi casa, no da que traigas algo? digo, no sé, yo estoy a dieta y me chupa un huevo pero no te enseñaron que cuando vas a una casa y no tenés mucha confiaza, es de buen gusto un detalle cualquiera), me senté en la cocina, la nada misma. Después vino Mery a hacerme el aguante. Se fueron todos, bañé a Milo (excursus, skype con madre) y ahora me tenge cambiar. No se puede vivir cansada de la nada misma. No da. No doy. Pero son vacaciones y ya lo dije mil veces, con hijos, deberían tener otro nombre.
Además, tengo que bajar en un taxi con mis dos hijos mayores y el pollo soso que hice. A veces cocino como el orto.
Qué aburrida soy, chicos. Perdón.
Así las cosas.
Pascuales.

1 comentario:

Vivi dijo...

no sos nada aburrida
a mi me encanta leerte