viernes, 12 de marzo de 2010

mi carácter y yo (un poco de autobombo, so what?)

Estuvo toda la tarde (bah, los momentos automovilísticos en los que fui y vine del cumple de Bianca, llevando y trayendo hijos) pensando en mí. A ver. Un sentimiento extraño me da vueltas en la cabeza a raíz de cosas que pasaron esta semana. Siempre tuve algo así como exceso de personalidad. Desde chica. Creo. No era particularmente simpática ni linda ni carismática pero de todas maneras encontraba la forma de que los maestros- por ponerte un ejemplo- me quisieran. Y también seguramente había quien no me soportaba. Pasaron los años y las cosas siguen más o menos igual. Lucho contra mis defectos más de lo que pareciera y hace un tiempo que logré domar mis instintos más básicos y soy un poco más tranquila (believe it or not). Más que el contenido, en mi caso, lo que mata es la forma. Soy, sí, un poco vehemente. Tal vez de más. Pero escucho, presto atención, reculo y acepto. No es poco. Y no es lo normal. También pido perdón. Tengo mucha autocrítica y conciencia. Aunque no lo creas tampoco.

Entonces, lo único que tenés que hacer es darme una chance. Quererme como soy. Soportarme y entenderme. Creo que marido entró en ese grupo.

Además, tengo esta cara, estos anteojos, este look y esta forma de hablar arrastrada, extraña y nasal de la cual, sabelo, no me enorgullezco.

Y quisiera ser normal y perfil bajo, pero no me sale.

En fin, chicos.
Así las cosas.
Muy yo.

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