jueves, 11 de marzo de 2010

Estoy en un subibaja emocional muy poco sentandor

Estar indispuesta no ayuda. Tampoco dormí bien. Me levanté angustiada. Creo que me pega mal que Marian se vaya, también. Es raro, nunca despedí a ninguna amiga cercana. No está bueno. En Buenos Aires, el otoño arrima a sentimientos melancólicos y pareciera que mi bioritmo nunca se hizo cargo de las estaciones locales. Ayer hablábamos de lo bueno y lo malo de allá y de acá. Es tan relativo y extraño todo.

Mi lema de estos tiempos debería ser: darle a las cosas el lugar que se merece (anque a las personas).

A veces me sale, otras no.

Como a todos.

Quisiera tener esa esperanza de hace unas semanas. Esa sensación de que todo va a estar bien que se fue difuminando hasta casi desaparecer. Desestabiliza la coyuntura también, claro.

Los temas económicos son un gancho.

Quiero paz. No es tanto pedir. Otra vez paz.

Marido está en su mundo, no me quiere. Distancia entre nosotros. Gap afectivo.

Vení, abrazame con sentimiento. No sé ni qué me reprochás pero siempre hay algo.

Hoy, una vez más, un dejo de lechuguismo.

Aunque hay sol. Son las hormonas me repito como un mantra para creérmelo.

Y sigo sin llorar de verdad. Tal vez un buen llanto catártico me ayudaría. Sabés cómo quisiera estar en Buenos Aires e ir a ver a mi psicóloga. I need diván, sabelo.

Así las cosas.
Inestables.

2 comentarios:

libre dijo...

quien es "coachie"?

gm dijo...

juli, yo está semana estuve igual y me prendiste la lamparita me indispuse el jueves y fue un alivio que no te puedo explicar, un desasosiego.
besos,
gra