jueves, 25 de marzo de 2010

no se puede tirar la buena todo el tiempo

Me doy cuenta mientras lo hago. Yo soy de esas personas que no pueden estar enojadas. No. No es que no puedo. No me sale. Me olvido. Es una energía que no tengo para cultivar en la bronca y el resentimiento. Y no te digo que soy una carmelita descalza, es el camino más fácil, nada más. Pero uno no puede ser querido por todos. Tengo que aprenderlo.

Me pasé la tarde en el parque, rodeada de madres. Gente que me llora. Pasé una tentación: no probé bocado de nada. Nada. Siento una leve angustia. Leve pero incómoda. Hay cosas que no tengo que leer. Me equivoco todo el tiempo. ¿Cuándo aprenderé? Probablemente: nunca.

Mañana hay desayuno del salón de Tita. No tengo ganas de ir. Y a la vez, es parte de lo que me toca. Pero no creo que vaya. Porque no podría ir al gym. Y no tengo ganas de resignar el deporte. Qué difícil, eh. Muy. El equilibrio.

Me voy a la inaguración de una muestra en el Museo de Arte Moderno. Buen programa que generó Xime. Copado. Después les paso el link de lo que voy a ver porque es muy lindo. Ilustración.

Así las cosas chicos.
Confundidas.

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