jueves, 4 de marzo de 2010

yo estuve ahí

Hoy leí esto y además de pensar en Blondie, en cuando embarazada la vimos en Ciudad y me sentí mal y vieja y me quise ir a mi casa, me acordé de los premios Mtv del 2003. Ricky Martin cantando Matador. Sí, sí. Bueno, mucha atención no presté. Me habían dado entradas para el vip de arriba, había comida y bebida y yo tenía unos conocidos que estaban abajo y me dedicaba a suministrarles lo que cazaba. Diego trabajaba en el detrás de escena y yo no pasaba por un gran período de mi vida en general. Tenía 25 años, un hijo de casi dos, había empezado el año muy mal, con Diego viajando por Latinoamérica, haciendo un programa, yo sin saber qué carajo quería, llorándole por teléfono (no había skype, chicos, se usaba el teléfono a full), tomando alplax y teniendo nana de lunes a lunes. En Buenos Aires. Diego después siguió viajando porque no me soportaba y yo cada vez estaba más flaca e infeliz. A mitad de año empecé a trabajar en MORI, la consultora de opinión y las cosas repuntaron levemente. Ya había terminado de cursar hacía rato, me quedaban sólo unos trabajos así que cuando nos ofrecieron irnos dos meses a Miami, los tres, aceptamos. Parecía la antesala de una mudanza definitiva que Diego esperaba hacía rato (claro que nunca fue, eso está claro, si no este blog tendría otro nombre). Nos hosperaron en un apart. Una habitación tenía una pequeña cocina, un cuarto, un baño y una sala y se interconectaba con otro cuarto que era el nuestro. Yo hice una pasantía en Promos y Marketing y Diego trabajó en un unplagged que finalmente no se hizo (lo hicimos nosotros, con nuestra empresa cinco años después y por culpa de ese show y ese pedo, quedé embarazada de Milo). Simón iba todo el día a la guardería. Yo caminaba mucho a pesar del calor extramo, manejaba un neon verde que habíamos alquilado y no paseamos casi nada. Antes de los premios fueron Joana y Paola y yo sufría por todo lo que ellas sí hacían y yo no. Después tuve unos días de rodaje divertidos y pensé que debía dedicarme a eso (una de las tantas veces que me entusiasme y me desalenté rápidamente). Igual, cuando no lloraba desesperada por el abandono y la soledad, la pasaba semi bien. Podría haberla pasado bomba pero no era el mood del momento. El soundtrack de ese entoces era Tribalistas, Miranda, Johnny Cash, Babasónicos...y más cosas que no recuerdo. Como siempre.
Esa noche, entonces, me vestí bien y fui a no ver los premios. Siempre me chuparon un huevo los famosos. Y más el tipo de música que se podía escuchar (tocaron también los Mars Volta pero nunca me gustaron). Mi marido fue el genio al que se le ocurrió que Luli Salazar mostrara las tetas con el logo de Mtv, la llamó para convencerla mientras yo, tirada en la cama, miraba incrédula. Con esa joyita duermo todos los días (al año siguien, igual fue peor porque me llamó para contarme que Rocío Guirao Díaz lo había ido a saludar en la playa en topless, yo estaba gordamente embarazada). Pero está bueno, igual, tener esos recuerdos tropicales. Cuando terminaron, pasamos por una fiesta en un bar pero la posta era en una mansión que yo había ido a conocer con la de marketing, a la que no tenía acceso nadie. Como yo soy muy buena y siempre lo fui, le dije que fuera. Por algún extraño motivo se subió a la limo de la presidenta de ese momento y se fue a reventar con los famosos. Volvió entrado el día y me encontró preocupada y triste. Pero nadie le quita lo bailado. El resto de los directores lo odiaron una semana entera.

Cosas así pasaban en ese entonces.

Ahora yo sigo sin ir. De hecho, mañana graba por tercera vez al que canta la canción del mundial y a David Bisbal y a mí ni siquiera me invitó. Me enojé por su descuido aunque ni en pedo iría.

Cuando volvimos de Miami teníamos la cocina del departamento refaccionada y todo ordenado (gracias a mi madre y la chica que nos ayudaba en ese entonces que tuvo vacaciones pagas y me dejó plantada justo cuando llegué). A los pocos días el techo se desplomó, pero esa es otra historia. También a los pocos días cumplí años y las fotos del festejo, yo vestida de rosa con una musculosa que me había regalado Diego que dice: Obra Maestra, me dan un poco de nostalgia.

Bueno. Pasaron muchos años.
Pero tengo los recuerdos muy vívido.
Así las cosas.
Con un mínimo de glamour.

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