jueves, 11 de marzo de 2010

entre la música y la preocupación

Hoy me enteré que nuestra profesora de música tiene oído absoluto. Me copa. Siempre fue una virtud (?) que me parece atrapante (al margen que la novela homónima de Marcelo Cohen no pude afrontarla más allá de la tercer página). Loco escuchar las notas de todo. Por eso es tan grosa, el mejor puntaje de la Royal Academy local. Toco un poco y me embelesó. Hoy me enseñó, una vez más, a respirar para cantar. La música es sanadora. Es una gran inversión. Tocar, cantar, escribir, leer. No debería poder pedir más.

Sí.

Salud.

Me llegaron por mail los análisis de Camilo y según lo que vi dan mal. De todas maneras, se los reenvié al médico y hablaré cuando me llamen. Esa es la parte de la preocupación.

Hay sol. Lo llevé al club y jugamos en la guardería. También lo hamaqué un rato pero no se copó. Avanzo con mis páginas no tan rápidamente. Pero ahí vamos.

Igual, alguna cosa buena me pasa. Eh.

A la noche tenemos cena. Y hubiéramos tenido otra de no haber arreglado. Gusto de la vida social, siempre fui así.

Bueno, chicos.
Así las cosas.
Medio raras. Después les cuento.

2 comentarios:

Loli dijo...

qué onda con Milo? cómo está?

marina k dijo...

llamó el médico? cómo está milo? qué tiene?